Los turoperadores internacionales apuestan por España como destino cicloturista top

Con una valoración media de entre 8 y 10 sobre 10, nuestro país destaca por la variedad de rutas, el clima y la seguridad, aunque aún enfrenta retos de promoción e infraestructura.

España pisa con fuerza en el mapa mundial del cicloturismo. Entrevistas realizadas a turoperadores de países como Suecia, Estados Unidos, Francia, Austria, Reino Unido, Alemania, Países Bajos o Brasil revelan una tendencia clara: nuestro país despierta un interés creciente como destino para recorrer sobre dos ruedas. La mayoría de operadores consultados puntúan España entre un 8 y un 10 sobre 10, situándola como una de las propuestas más atractivas del panorama internacional.

El abanico de experiencias cicloturistas que ofrece España es amplio y diverso, y esto es precisamente lo que más valoran los profesionales del sector. El cicloturismo de carretera, los e-bike tours y el bikepacking lideran la demanda. Desde rutas alpinas en Pirineos hasta carreteras costeras en la Costa Brava o recorridos de larga distancia por la España interior, la variedad se convierte en un argumento de peso frente a otros destinos europeos.

Buen clima, carreteras seguras

A la diversidad paisajística se suman dos elementos muy citados en las entrevistas: el clima y la seguridad vial. España ofrece, en muchas regiones, una meteorología benigna prácticamente todo el año, lo que amplía la temporada cicloturista mucho más allá de los meses de verano. Además, la percepción de seguridad en carretera, unida a la mejora de infraestructuras en ciertas zonas, genera confianza en turoperadores y clientes.

Sin embargo, no todo está hecho. Aunque el interés es alto, los operadores detectan barreras que impiden que España alcance todo su potencial como destino cicloturista. La más repetida es la escasa posición de marca: a pesar de sus condiciones ideales, España todavía no se asocia de manera clara e inmediata al cicloturismo en mercados internacionales, quedando por detrás de países como Italia o Francia en este aspecto.

También se señala la falta de información clara y accesible sobre rutas, servicios e infraestructuras disponibles. Para muchos operadores, encontrar datos fiables y actualizados sobre itinerarios, niveles de dificultad, alojamientos adaptados o servicios técnicos sigue siendo un reto. A esto se suman problemas de conectividad y transporte, especialmente en la combinación de bicicleta y transporte público o en la logística para acceder a regiones menos turísticas.

Las demandas del sector son concretas. Los touroperadores piden mayor apoyo institucional en la promoción internacional para posicionar España como destino cicloturista de referencia. Reclaman también infraestructura adaptada y señalización homogénea que facilite la experiencia de los viajeros sobre ruedas. Y, de manera especial, solicitan la creación de una red de proveedores locales organizada por regiones, que permita planificar viajes completos con facilidad y garantías.

España tiene las condiciones para ser un referente mundial en cicloturismo, y los operadores internacionales lo saben. El interés está ahí, la oferta también. El reto pasa ahora por mejorar la promoción, reforzar las infraestructuras y convertir el potencial en una marca consolidada. Porque cuando se trata de pedalear, todo apunta a que nuestro país está preparado para liderar la carrera.

En ese contexto, Pedal Spain apuesta por el desarrollo del cicloturismo en nuestro país como un motor económico de primer nivel, sostenible y respetuoso con el medio ambiente y las comunidades locales, y que sirva de impulso a las zonas rurales. Queda mucho por hacer, pero estamos en el camino. Parte de ello se plasmará en la Feria que se celebrará en Zaragoza del 12 al 14 de septiembre, la primera dedicada exclusivamente al cicloturismo.

¿Te animas a pedalear?